Cerradura electrónica son sistemas de seguridad que permiten abrir o cerrar una puerta mediante el uso de corriente eléctrica. Estas cerraduras de puerta se pueden activar de diferentes formas, como con un código, una huella dactilar, una tarjeta, un mando a distancia o una aplicación para smartphone. Estas cerraduras nos otorgan muchas ventajas, como mayor comodidad, control remoto y prevención de robos o intrusiones.
Sin embargo, se tiene que tener en cuenta que también pueden presentar algunos inconvenientes o riesgos que debemos tener en cuenta para proteger nuestra cerradura electrónica de posibles ataques o averías.
¿Qué problemas puede tener una cerradura electrónica?
Algunos de los problemas más comunes que se pueden presentar en una cerradura electrónica son los siguientes:
- Problemas de batería: Estas cerraduras suelen llevar baterías para funcionar en caso de corte de luz. Si las baterías se agotan o se deterioran, la cerradura puede dejar de funcionar correctamente o bloquearse.
- Problemas de conexión: Estas cerraduras dependen de una conexión eléctrica o inalámbrica para recibir las señales de apertura o cierre. Si hay algún fallo en la conexión, la cerradura puede no responder o hacerlo de forma errónea.
- Problemas de configuración: Estas cerraduras requieren una correcta configuración e instalación para funcionar adecuadamente. Si se presenta algún error en la configuración, la cerradura puede no reconocer los códigos, las huellas, las tarjetas o los mandos autorizados.
- Problemas de seguridad: Estas cerraduras pueden ser vulnerables a ataques cibernéticos o físicos que intenten hackear, manipular o forzar el sistema. Por ejemplo, alguien podría intentar interceptar la señal inalámbrica, copiar la huella dactilar, clonar la tarjeta o romper la carcasa.
¿Cómo proteger nuestra cerradura electrónica?
Para evitar o minimizar estos problemas, podemos seguir algunas de las siguientes recomendaciones para proteger nuestra cerradura electrónica:
- Revisar periódicamente el estado de la batería y cambiarla cuando sea necesario.
- Comprobar que la conexión eléctrica o inalámbrica sea estable y segura.
- Seguir las instrucciones del fabricante para configurar e instalar correctamente la cerradura.
- Elegir una cerradura electrónica que tenga un buen nivel de cifrado y autenticación para evitar que sea hackeada.
- Usar contraseñas seguras y cambiarlas con frecuencia.
- No compartir ni perder los dispositivos de acceso como las tarjetas o los mandos.
- Mantener el lector de huellas dactilares limpio para evitar que se ensucie o se dañe.
- Elegir una cerradura electrónica que tenga un sistema de bloqueo mecánico de respaldo para poder abrir la puerta en caso de emergencia.
- Elegir una cerradura electrónica que sea compatible con el clima y las condiciones ambientales del lugar donde se instale.
- Consultar con un profesional especializado en caso de tener alguna duda o problema con la cerradura.
Conclusión
Las cerraduras electrónicas son una opción inteligente y moderna para mejorar la seguridad y el confort de nuestro hogar o empresa. Sin embargo, también debemos tener en cuenta los posibles problemas que pueden tener y tomar las medidas correspondientes para prevenirlos o solucionarlos. Así podremos disfrutar de las ventajas de nuestra cerradura electrónica sin preocuparnos por futuros inconvenientes.